Los juicios en el fondo son divertidos, te sientas a
observar como dos partes se ponen a discutir sobre quién tiene razón. El
acusado siempre se declara inocente, nunca han hecho nada, si fuese así siempre,
viviríamos en un mundo perfecto. El
problema es cuando tú eres el acusado, y en este caso ese soy yo. Mi nombre es
Yûki, y soy un japonés perteneciente a la ciudad de Kioto (Japón), aunque aquí
todos me llaman ``el chino´´ . La cosa
pinta mal para mí, no le caigo muy bien al jurado y el juez ya me tiene
fichado, mejor ya ni mencionemos las pruebas en mi contra. Ha sido un juicio
bastante corto, oigo como el juez da la sentencia. CULPABLE. El golpe de su
martillo es contundente. 5 años de cárcel y 2 millones de euros de multa. Por
lo visto en este país es delito servir como comida gatos y perros con el nombre
de Pollo al limón….
16 de diciembre de 2012
Jose Sánchez
16 de diciembre de 2012
Jose Sánchez
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