Ahí está, la chica más espectacular que jamás había visto.
Llevo enamorado de ella desde el primer día que la vi entrar en la primera hora
de clase de mi primer año universitario. Y por fin, hoy, un día cualquiera de
un mes perdido en un año que no existe le voy a pedir quedar. Me he atrevido,
decido pellizcarme porque es un sueño que haya aceptado venir a mi casa. Ha sido
clara, vamos a hacer cosas sucias. Cojo una camiseta que combino con el primer
pantalón que encuentro, total ha sido directa, vamos a hacer cosas sucias y no
creo que tenga que arreglarme. Toca el timbre, es ella, abro, lo primero que me
dice es un: -¿Preparado para verme como una guarra? Ese tono sensual y erótico que tiene su tono de voz provoca en
mí excitación. Tengo que confesarle que
no sé si voy a hacerlo bien, esta es mi primera vez. Ella pone cara de asombro pero me dice que no
me preocupe, que no esté nervioso, y que con su experiencia con las manos me
ayudará todo lo posible. Aquí estamos, estoy haciendo por primera vez trabajos
con arcilla para una asignatura de mi carrera de bellas artes con la ayuda de
una chica. La verdad es que como me ha confesado se le da bastante bien usar
las manos, influye que sus padres trabajen con jarrones de arcilla y lo de que
íbamos a hacer cosas sucias también es verdad, tengo las manos pringadas de
arcilla y ella está igual o peor. Mi primera vez trabajando con arcilla no ha
sido mala, lo que no sabe ella es que al final del día la encerraré en el sótano
junto con las otras cinco tías…
11 de diciembre de 2012.
Jose Sánchez
11 de diciembre de 2012.
Jose Sánchez
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