martes, 11 de diciembre de 2012

Mi primera vez.


Ahí está, la chica más espectacular que jamás había visto. Llevo enamorado de ella desde el primer día que la vi entrar en la primera hora de clase de mi primer año universitario. Y por fin, hoy, un día cualquiera de un mes perdido en un año que no existe le voy a pedir quedar. Me he atrevido, decido pellizcarme porque es un sueño que haya aceptado venir a mi casa. Ha sido clara, vamos a hacer cosas sucias. Cojo una camiseta que combino con el primer pantalón que encuentro, total ha sido directa, vamos a hacer cosas sucias y no creo que tenga que arreglarme. Toca el timbre, es ella, abro, lo primero que me dice es un: -¿Preparado para verme como una guarra? Ese tono sensual  y erótico que tiene su tono de voz provoca en mí excitación. Tengo que confesarle  que no sé si voy a hacerlo bien, esta es mi primera vez.  Ella pone cara de asombro pero me dice que no me preocupe, que no esté nervioso, y que con su experiencia con las manos me ayudará todo lo posible. Aquí estamos, estoy haciendo por primera vez trabajos con arcilla para una asignatura de mi carrera de bellas artes con la ayuda de una chica. La verdad es que como me ha confesado se le da bastante bien usar las manos, influye que sus padres trabajen con jarrones de arcilla y lo de que íbamos a hacer cosas sucias también es verdad, tengo las manos pringadas de arcilla y ella está igual o peor. Mi primera vez trabajando con arcilla no ha sido mala, lo que no sabe ella es que al final del día la encerraré en el sótano junto con las otras cinco tías…


11 de diciembre de 2012.
Jose Sánchez

No hay comentarios:

Publicar un comentario